La plasticidad cerebral es la capacidad que tiene nuestro cerebro de adaptarse para aprender. ¿Alguna vez has escuchado decir que los niños son esponjas? Pues, aunque parezca curioso, no deja de ser verdad y la causa es esta habilidad. Y como hay muchos factores que influyen en ella, en este post vamos hablarte sobre ellos. Así que si te parece interesante el tema, sigue leyendo. Y recuerda que puedes ampliar tus nociones en psicología y pedagogía a través del doble máster en educación emocional, psicología infantil y adolescente. ¡Síguenos!
Índice de contenidos
¿Qué es la plasticidad cerebral y cómo influye en el aprendizaje?
La plasticidad cerebral es la facilidad que tiene el cerebro de adaptarse a su entorno. Esta adaptación viene dada en forma de aprendizaje, es decir, lo que nos permite aprender. Ahora bien, encontramos dos grandes factores que influyen en ella: la edad y la experiencia. Vamos a verlo.
Cómo afecta la edad a la plasticidad cerebral
En los primeros años del desarrollo neuronal, la plasticidad cerebral está en sus máximos niveles. En esta etapa de nuestro crecimiento es cuando adquirimos las habilidades de supervivencia necesarias para adaptarnos.
Cómo afecta la experiencia a la plasticidad cerebral
Aunque en los primeros años nuestro desarrollo es más elevado, la cualidad de aprender está presente en nosotros durante toda la vida. Las habilidades que no son imprescindibles para sobrevivir requieren de un esfuerzo activo por nuestra parte para aprenderla, algo que puede hacerse en cualquier edad.
¿ A qué ayuda la plasticidad cerebral?
Cuanto mayor sea nuestra diversidad y el número de conexiones corticales, mayor será nuestra capacidad de aprender y encontrar soluciones a los problemas que surjan. Además, aumentar la capacidad cerebral y las conexiones neuronales ayuda a que mejore nuestras habilidades para entender las cosas.
La forma más sencilla de explicar cómo funciona la plasticidad cerebral es a través del estudio. Cuanto más estudia una persona (y asimila los conocimientos, claro), más preparada estará para el examen. A grandes rasgos, funciona de la misma manera. Además, aunque sí que es cierto que cuando somos pequeños absorbemos los conocimientos mucho más rápido, podemos entrenar nuestra plasticidad cerebral. En concreto, nuestra neuroplasticidad molecular.
Tipos de plasticidad cerebral
Podemos encontrar tres tipos de plasticidad neuronal. Estos son:
Neuroplasticidad estructural
Es la capacidad del sistema nervioso de reestructurar las conexiones entre neuronas. Esta reestructuración puede cambiar con el tiempo a causa de las diferentes experiencias y el aprendizaje.
Neuroplasticidad funcional
En este caso, estamos hablando de los cambios funcionales que tienen lugar de una región del cerebro a otra. Esto se da cuando sufrimos algún tipo de daño cerebral y una parte del cerebro se encarga de asumir las funciones que realizaba el área dañada.
Neuroplasticidad molecular
Esta es la que se da a nivel bioquímico. Puede tener lugar tanto a corto como a largo plazo y se basa en el uso que da nuestro cerebro a ciertas conexiones. Cuanto más uso se le da a una conexión, más fuerte se hará y, por el contrario, cuanto menos uso, más débil se volverá.
Así pues, si te apasiona todo sobre el aprendizaje y los mecanismos por los cuáles nuestro cerebro adquiere unas u otras habilidades, fórmate en educación emocional y profundiza en los aspectos que más te interesan.