Dentro del ambiente laboral se presentan cada día situaciones y retos en los que debemos saber responder con eficiencia. La asertividad es la mejor herramienta para ayudarnos a enfrentarnos a interacciones sociales y circunstancias, no solo en nuestro trabajo, sino en todas las situaciones de la vida. Aprende sobre la asertividad con el siguiente post y fórmate con nuestro máster en asertividad, autoestima y resolución de conflictos.
Índice de contenidos
¿Qué es la asertividad?
La asertividad es una habilidad social que permite expresarnos con libertad, respetando a los demás y asumiendo responsabilidades sobre nuestros actos. A veces, la timidez no nos deja decir lo que pensamos como, por ejemplo, “creo que esto no está bien” o “no estoy de acuerdo con esto, prefiero esto”. La asertividad nos ayuda a controlar las diferentes situaciones donde existe una interacción social.
No se nace siendo asertivo, algunas personas la tendrán más desarrollada que otras, ya que está íntimamente ligada a la personalidad. Es una habilidad que requiere práctica y experiencia. La asertividad evoluciona en función de la misma evolución social y los conocimientos que aprendemos.
La conducta asertiva
La asertividad es clave en un grupo de trabajo. Una comunicación sana y eficaz nos permitirá alcanzar un ambiente de trabajo óptimo para conseguir nuestros objetivos. Es por ello que intentar siempre adoptar una postura asertiva es crucial. Decir sin miedo lo que pensamos y lo que sentimos analizando la situación y pensando en la mejor reacción ante el problema.
Tener claro que una conducta asertiva es una forma de expresar nuestros derechos ante los demás. A expresar nuestras ideas y emociones, a pedir ayuda cuando la necesitamos o a decir que no, son algunas de las conductas afectivas que debemos aprender a hacer.
La conducta asertiva se emplea también para negociar con los demás lo que deseamos. Es una habilidad que se emplea también para hacer cambiar de manera de pensar o modificar la conducta de otros a través de la negociación. Es por ello que una persona asertiva tendrá más posibilidades de salir victoriosa de una situación o de encontrar la mejor solución ante un problema.
En resumen, las personas deben reconocer sus responsabilidades y conocer las consecuencias que resultan de la expresión de sus sentimientos. El objetivo es potenciar las soluciones favorables y minimizar las desfavorables.
Factores predominantes
Para poder desarrollar una buena conducta asertiva debemos tener en cuenta que existen unos determinados factores que influyen considerablemente.
Confianza
Debemos tener una confianza férrea en nuestras propias creencias, habilidades y objetivos. Esta depende de nuestra formación social, del aprendizaje de nuestros ideales y creencias. Si aprendemos a confiar en nosotros mismos, la asertividad se irá forjando con el tiempo.
Autoestima
A partir de la confianza también desarrollamos la autoestima. Debemos aprender a aceptar los fracasos y a disfrutar los logros. Tener una mente abierta ante las adversidades refuerza la autoestima y la confianza. La conducta asertiva nos dice que tenemos derecho a equivocarnos y a su vez reponernos de los fracasos.
Ante todo, tener claro que no somos mejores que nadie y que no debemos pasar nunca por encima de los demás. La búsqueda de la mejor solución ante un problema viene dada por el mutuo respeto de las partes.
La conducta asertiva en el trabajo
La vida laboral es un cúmulo de interacciones sociales de todo tipo, desde la jerarquización y la subordinación hasta la relación con los clientes. La influencia de la asertividad sobre el desempeño laboral del individuo es clave para un buen ambiente laboral. No solo eso, sino también es una herramienta óptima para la buena comunicación.
Saber cuándo y cómo decir las cosas nos dará ventaja en la vida laboral. Tener consciencia que nuestras palabras tienen consecuencias es primordial. No solo se trata de saber cuándo decir si o no, sino aprender a hablar con tranquilidad, de forma correcta y precisa, sin dejar sitio a los malentendidos. La calidad del trabajo, no solo personal, se verá significadamente afectado si tomamos conductas asertivas.
Una parte fundamental es la astucia y la perspicacia. Tácticas inteligentes para aplicar la asertividad de la mejor manera y en el mejor momento. Saber cuándo es el momento óptimo, por ejemplo, de pedir un aumento o un reconocimiento. No se debe confundir con la estafa o el engaño, no debemos anteponer nuestros objetivos ni necesidades a las libertades individuales de los demás, no somos mejor que nadie.
Estrategias asertivas
Existen diferentes estrategias que refuerzan y nos ayudan a mantener conductas asertivas. Hemos hablado ya de la confianza hacia uno mismo y de la autoestima. Es importante recordarnos que somos importantes y escuchar a nuestras necesidades. Te explicamos otras estrategias para reforzar esta conducta.
Educación
Mantener siempre una conducta educada. Si nos enfadamos y perdemos los papeles demostramos a los demás que somos personas débiles y perdemos credibilidad. Debemos dejar claro que entendemos todos los puntos de vista y respetar las opiniones de otros. Guardar la calma educadamente sin negaciones y sin ser obstinado, exponiendo nuestras opiniones.
Disculparse
No debemos abusar de las disculpas, sino guardarlas para el momento idóneo. No se debe pedir excusas, menos cuando sea necesario. Cuando más te disculpes por cosas que no lo requieren, menor credibilidad tendrá cuando la digas de verdad y no te tomarán en serio.
No amenazar
Si se responde con amenazas a cualquier injusticia o situación, la credibilidad y la cooperación entre los implicados desaparecerá. En cambio, si adoptamos una conducta tranquila y nos explicamos nuestros deseos y necesidades, los demás nos respetarán más.
Existen más técnicas para ser asertivo, el punto clave es saber cómo y cuándo utilizarlas. Se debe analizar la situación y sopesar las consecuencias de nuestros actos.
En conclusión, todos tenemos el derecho de ser quien es y decir lo que piensa y lo que siente. Cuando esto se hace de manera asertiva se pueden conseguir mejores resultados y se refuerza el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Comunicar de manera tranquila y eficaz, con la ayuda de la autoestima y la astucia es clave para el desarrollo personal y laboral.