Seguramente te resulte familiar el término de psicomotricidad infantil. Para que comprendas mejor lo imprescindible que es prestarle atención a la psicomotricidad temprana, ahondaremos más en el tema. O, si estás interesada en ayudar a desarrollar la psicomotricidad en niños, descubrirás por qué es importante tomar un curso atención temprana para ejercer.
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¿Qué es la psicomotricidad infantil?
La psicomotricidad infantil engloba todos los aspectos del desarrollo en el menor. Tiene en cuenta la parte motora del organismo, es decir, los movimientos y la gesticulación. También se centra en la cognición, todo aquello perceptible para los sentidos y el entendimiento de las ideas. Las emociones juegan un papel muy importante, desde el punto de vista psicológico, teniendo que ver con la comprensión del niño.
Aunque es un concepto que parece haberse puesto de moda últimamente, la psicología lleva empleándolo durante mucho tiempo. El desarrollo de la psicomotricidad en una etapa temprana es fundamental.
¿Por qué es importante desarrollar la psicomotricidad en los niños?
El desarrollo de la psicomotricidad en la infancia hace referencia al estado saludable del menor en todos los ámbitos. Desde una adecuada movilidad, en la que no aparezcan problemas motores, hasta la capacidad comprensiva. Esta última hace hincapié en la facilidad del niño para aprender de su entorno, como puede ser el uso del lenguaje.
Es importante que el menor desarrolle la psicomotricidad temprana para facilitarle el aprendizaje. Está comprobado que un niño estimulado adecuadamente obtiene mayores competencias antes que los demás. Esto implica que alcance una actitud crítica frente a los distintos aspectos de la vida. El preguntarse hará que quiera ampliar sus conocimientos, lo que a su vez le incentivará para seguir aprendiendo de forma acelerada.
En lo que respecta a su sistema motor, al estimular el movimiento, estamos consiguiendo que obtenga una mejor musculatura. Su resistencia física también responderá positivamente. Pero, ante todo, el pequeño tomará consciencia de su cuerpo, logrando un mayor dominio de sus movimientos.
El control de la postura, manteniendo, por ejemplo, la espalda erguida, hará que sufra menos problemas físicos. Al dominar su cuerpo, sentirá mayor facilidad para explorar su alrededor. Esto, a su vez, avivará su creatividad y su deseo de superación, por lo que buscará expresarse, facilitando así su comunicación con el resto de individuos.
En definitiva, un desarrollo psicomotriz temprano llevará a que el menor gane en autoestima. Cuando una persona cree en sí misma, es más sencillo que pueda enfrentarse a los obstáculos que se le presenten.
¿Para quién va dirigida principalmente?
El desarrollo de la psicomotricidad va dirigido principalmente a todos los niños y niñas, sin excepción. En un principio, la pedagogía y la psicología infantil enfocaban este término a pequeños que presentaban problemas de desarrollo.
Actualmente, está comprobado que estimular los aspectos motores y de aprendizaje a temprana edad tiene muchos beneficios. Aunque tu hijo pueda o no mostrar algún tipo de discapacidad, el desarrollo psicomotriz será positivo de todas formas.
El objetivo es permitir que tu hijo pueda valerse por sí mismo, facilitándole el aprendizaje autómata y la resolución de conflictos. Por eso, ha tomado importancia este término en los sistemas educativos actuales.
¿De qué formas se desarrolla la psicomotricidad infantil? ¿Qué ejercicios sirven?
Antes que nada, es necesario dividir tres áreas de desarrollo. Por un lado, estimular el movimiento es fundamental. Para ello podemos emplear el juego. Mediante la actividad lúdica veremos lo sencillo que resulta enseñar a los pequeños y motivarles.
Los ejercicios que implican movimiento han de ser sencillos. No deben suponer un gran esfuerzo para el niño. Tan fácil como llevarle a caminar, hacer que baile, con el fin de que estimule un número mayor de músculos. Esto último se puede lograr proponiéndole algún juego o poniéndole su música favorita de dibujos animados.
Por otro lado, podemos ayudarle a desarrollar el lenguaje y sus capacidades comunicativas de manera sencilla. En este apartado entra también la expresión gesticular. Es necesario aprovechar la etapa infantil por el gusto de imitar que presenta el niño con respecto a los mayores. Mediante la imitación aprenden la lengua materna, hecho que facilita el aprendizaje de segundas lenguas. Puedes recurrir a dibujos animados en inglés, música en otros idiomas, etc. para expandir los procesos cerebrales.
En tercer lugar, es primordial encaminarle al mundo subjetivo, aumentando sus destrezas cognitivas. La subjetividad le ayudará al replanteamiento de problemas y a la búsqueda de soluciones. Mediante ella, además, incentivará su imaginación y creatividad, lo que le puede llevar, en un futuro, a aprender un oficio fácilmente. Aunque, aquí lo importante es el manejo de sus emociones y la forma de expresarlas. Mediante el arte, ya sea motivándole al dibujo, el teatro, la música, etc., lograremos este objetivo.
Habilidades a desarrollar mediante ejercicios de psicomotricidad
Existen ciertas habilidades que se trabajan mediante la psicomotricidad. Estas son:
- Control del cuerpo o entendimiento de las dimensiones del cuerpo con el espacio: conocimiento que cualquier individuo tiene de su propio cuerpo en relación al espacio por el que se mueve. Esta competencia permite a los niños y niñas que utilicen su cuerpo como herramienta para adquirir nuevos aprendizajes
- Dominio de hemisferios: todas las personas tenemos preferencia por un hemisferio de nuestro cuerpo. Es decir, si usas tu brazo derecho para cargar cosas es porque tu mitad dominante es el contrario, el izquierdo. En cuanto a los niños, ellos empiezan a definir su lateralidad de forma espontánea y natural, sin ser impuesta para no causar problemas a futuro en su proceso de desarrollo.
- Habilidad del equilibrio: la capacidad que tienes para estar fijo y estable mientras ejecutas diversas acciones o actividades motrices, se desarrolla desde la infancia.
- Tener buenos reflejos: la capacidad para actuar, responder o reaccionar ante un estímulo externo, se trabaja en las primeras etapas y es importante en el desarrollo que cualquier persona.
- Capacidad espacial:habilidad para entender las relaciones espaciales o distancias que tienen los objetos entre ellos y con tu cuerpo. Esta área envuelve la capacidad de puntería.
- Tiempo, ritmo o dominio de los movimientos: destreza para efectuar movimientos de forma específica y con una periodicidad temporal puntual.
- Motricidad: dominio sobre el cuerpo mismo. La motricidad en función de las partes del cuerpo que intervienen se divide en motricidad gruesa y motricidad fina.
¿Cuáles son las etapas fundamentales de la psicomotricidad en niños?
En el área de la Psicología del Desarrollo encontramos a Piaget, una importante referencia de la psicología infantil. Para Piaget, los siete años de edad marcan el límite para un correcto desarrollo de la psicomotricidad. Teniendo en cuenta esto, encontramos distintas etapas imprescindibles:
– Etapa de lactancia (hasta el primer año): en los primeros meses, el bebé muestra reflejos involuntarios, en el control de cabeza. También responden sus deditos, agarrando cosas. A los siete meses comienza a controlar el equilibrio postural, manteniéndose sentado. Cerca del año ya puede bailar y aplaudir; se le facilita ponerse de pie.
– Primera infancia (de dos a tres años): habilidad y equilibrio le definen. Está capacitado para llevar el juego con un gran control de su cuerpo. Manipula objetos más complejos, como las tijeras. Busca autonomía para realizar acciones que él mismo elige. Alrededor del tercer año puede controlar sus esfínteres.
– Segunda infancia (de cuatro a seis años): importante crecimiento óseo. Habilidades y destrezas psicomotrices aumentadas. El menor muestra mayor confianza en sí mismo. Mayor actividad creativa. Mejor adaptación y expresión emocional.
¿Qué profesional puede desarrollar la psicomotricidad infantil?
Además de ser los padres una base importante para el desarrollo psicomotriz del menor, muchos profesionales son de gran ayuda. Desde los educadores en los jardines de infancia, por su preparación pedagógica, hasta el apoyo de psicólogos y pedagogos.
En el terreno de la medicina, encuentras al pediatra, que puede evaluar aspectos del desarrollo de tu hijo. Dentro del aula, los maestros tienen la capacidad de enseñarles, mediante el juego educativo.
La psicomotricidad infantil es un aspecto fundamental en la vida y el desarrollo de tus hijos. En cada etapa de su infancia se les debe incentivar.