La etapa de la adolescencia puede ser complicada. Esta llena de cambios, nuevas experiencias y sensaciones que pueden afectar a la aparición de problemas de salud. Es por eso que la psicología para adolescentes es primordial, ya que la actitud de estos puede ser más o menos problemática. Te explicamos cómo aplicarla en el momento que notamos que puede existir algún tipo problema. Si quieres ampliar conocimientos sobre este tema, también puedes cursar nuestro doble máster en psicología aplicada en el ámbito educativo con el máster en psicología infantil y adolescente.
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¿Cómo utilizar la psicología para adolescentes?
Lo más importante es la comprensión y la paciencia. Tanto como padres como profesionales, tenemos que recordar nuestra propia adolescencia para empatizar con el joven. Él tiene que confiar en nosotros, tiene que saber que no lo juzgaremos y que se encuentra en un lugar seguro. Es normal que a esta edad no quieran compartir sus sentimientos y se vuelvan herméticos. Tenemos que centrarnos en las soluciones del problema, no en el problema en sí, ya que pueden sentirse culpables o que les de vergüenza hablar del tema. Se necesitan unas habilidades para aplicar la psicología para adolescentes, ya que estos pueden ser imprevisibles.
Cuando acudir a terapia
A veces la comunicación con adolescentes puede ser difícil. Es normal que en esta edad no comuniquen a los padres aquello que les preocupa. A veces es complicado darse cuenta que existe un problema ya que muchas veces ni tan sólo el joven es consciente.
Es muy importante identificarlo a tiempo, ya que es en esta etapa donde la personalidad se acaba de perfilar. Si se desarrolla un problema de ansiedad y no se trata, es probable que, durante su etapa de adultez, se acabe de modelar una personalidad ansiosa. Si podemos solucionarlo, puede desarrollarse muy positivamente, sintiéndose capaz de superar las adversidades y se modelará una personalidad sana.
Algunas señales que pueden hacer encender la alarma son muchas, algunas más visibles que otras.
Cambios de personalidad
Si el joven se enfada con frecuencia cuando antes no lo hacía puede ser un síntoma de que ocurre un problema. Pueden pasar muchas horas encerrado en su habitación, en su zona de confort. Se pueden ver también alteraciones en sus resultados académicos. La motivación y la autoestima se pueden ver afectados y es aconsejable que el adolescente hable de lo que le preocupa o distrae.
Obsesiones
Todos tenemos obsesiones, pero estas se pueden convertir en un Trastorno Obsesivo Compulsivo. Es por ello que tenemos que estar atentos sobre la evolución de la misma. Es habitual que el adolescente guarde en secreto estas obsesiones durante un tiempo. Tienen la necesidad de realizar ciertas cosas de manera reiterada como mecanismo de defensa para luchar contra la inseguridad.
Conductas de riesgo
Si nos damos cuenta que el joven consume reiteradamente algún tipo de sustancia, como el alcohol, puede ser una muestra de que sufre algún problema. Altercados con la ley y las conductas agresivas pueden alertaros de que le pasa algo.
Posibles trastornos en adolescentes
En la adolescencia pueden surgir un gran número de dificultades emocionales y sociales y muchas de estas no tienen por qué ser una patología. En cambio, si nos damos cuenta que las diferentes señales son persistentes, podemos estar delante de una llamada de ayuda. Si vemos que puede ser grave, debemos recurrir a la psicología para adolescentes.
Depresión
La depresión provoca un sentimiento de tristeza incontrolable y persistente en el día a día. Esto puede provocar problemas de salud tanto psicológicas, funcionales y físicas. Los resultados académicos, la ruptura de un noviazgo o los cambios físicos pueden ocasionar una montaña rusa de sentimientos en los adolescentes.
Pueden surgir cambios emocionales como sentimientos de profunda tristeza. Si el adolescente se muestra irritable en casa puede ser una señal. Así como también si pierde el interés en la familia o en sus amigos e incluso en ellos mismos.
Problemas alimenticios en adolescentes
Los cambios físicos pueden generar problemas de autoestima en el adolescente. La fijación extrema en el físico puede evolucionar a problemas graves de salud, como la anorexia, la bulimia o los atracones. Si detectamos algún síntoma tenemos que acudir rápidamente a un profesional, ya que pueden resultar muy graves. Te contamos algunos de ellos:
Bulimia
La bulimia se caracteriza por consumir grandes cantidades de alimentos reiteradamente durante el día. Para contrarrestar tal ingesta, se provoca el vómito o se utilizan laxantes. Podemos también encontrar que recurren a ejercicio físico excesivo e incluso obsesivo. Si nos damos cuenta que, por ejemplo, el adolescente ayuna durante un largo período de tiempo, evita comer delante de otros o se escabulle después de comer, tenemos que estar alerta.
Anorexia
Las personas que sufren anorexia se caracterizan por el miedo intenso a ganar peso, incluso estando por debajo del peso mínimo normal. Se puede alterar la percepción de la silueta corporal y siempre se sienten con sobrepeso. Algunos síntomas pueden ser, a parte de la pérdida excesiva de peso, en el caso de las chicas, la ausencia de ciclos menstruales. Si hablas con ellos y te das cuenta que rechazan mantener el peso normal o se obsesionan por la composición calórica de los alimentos. Si detectas que constantemente tienen frío o padecen hiperactividad también pueden ser señales preocupantes.
Atracones
La ingesta de grandes cantidades de comida acompañado por una sensación de pérdida del control, pueden ser síntomas del trastorno por atracones. Comer cuando no se tiene hambre o incluso hasta llegar al punto de sentirse molesto. Si observa que se escabulle para comer o esconde la comida pueden ser señales de aviso. Tenemos que tener en cuenta que los atracones pueden derivar a problemas como la anorexia o la bulimia, es por eso que tenemos que estar al caso.
Ansiedad
Todos podemos sufrir ansiedad en algún preciso momento del día. Pero si esta ansiedad es reiterada o demasiado intensa puede generar un trastorno de ansiedad. Los adolescentes con ansiedad se pueden mostrar inseguros, perfeccionistas y se obsesionan por conseguir la aprobación de los demás. Tienen baja autoestima y se sienten temerosos delante de diferentes situaciones. Pueden surgir crisis de ansiedad y estas aparecen de manera brusca y normalmente suelen ser de corta duración. Los síntomas son palpitaciones, dolores de pecho, dificultad para respirar y sudoración.