La disglosia es un problema que afecta al habla, desde el punto de vista de la pronunciación. Es importante que sepas diferenciarla de otras afectaciones, como las neurológicas. En este caso, el cerebro no está implicado en esta causa. Para que conozcas más de este caso, que afecta a mucha gente desde su nacimiento, a continuación te lo explicamos con profundidad. Si quieres ser un experto en este ámbito, no lo dudes y echa un vistazo a nuestra formación y sé un Especialista en Trastornos del Lenguaje
Índice de contenidos
¿Qué es la disglosia?
La también catalogada como dislalia orgánica es un problema que afecta directamente al habla, debido a malformaciones congénitas. En esta deficiencia pueden estar implicados los labios, la lengua, maxilares, el paladar e, incluso, las fosas nasales, entre otros.
En ningún momento participan de esta dificultad del habla los estados neurológicos, por eso es importante descartarlos inicialmente. Debes tener en cuenta que pueden aparecer consecuencias psicológicas posteriores, si no se trata a tiempo.
En muchos casos, estamos ante un efecto crónico, siendo muy complicado revertir el problema. Antes que nada, es necesario estudiar las causas por las que se da, atendiendo a los tipos de dislalias que existen. Seguidamente, podemos acceder a un tratamiento logopédico adecuado, con el fin de corregir o facilitar al paciente una mejor dicción.
¿Cuáles son las causas de la disglosia?
Las causas de este problema pueden deberse a diferentes factores. Sin duda, lo congénito posee un papel muy relevante, como te mostramos a continuación, al ver los orígenes que lo provocan:
- Malformaciones craneofaciales con las que el niño nace (congénitas).
- Trastornos derivados del crecimiento del menor.
- Diferentes traumatismos.
- Parálisis facial periférica. Esta se trata de un síndrome agudo que afecta a la musculatura facial.
- Anomalías provocadas por intervenciones quirúrgicas o lesiones ubicadas en la estructura orofacial.
- Afectaciones de origen psicológico.
Tipos de disglosia
Los tipos que encontramos en este problema que afecta al habla están calificados en función al área o áreas aquejadas. Los órganos implicados juegan un papel importante a la hora de hacer esta distinción. Saber encuadrar las dislalias en uno de los tipos que, a continuación, te mostramos, facilita el tratamiento.
Disglosias labiales
Hay varias causas por las que podemos localizar el problema en los labios. Estas van a dificultar el habla del paciente, afectando la fuerza, la forma o la consistencia:
Labio leporino
Es una de las afectaciones más conocidas, se caracteriza por presentarse una depresión en la zona superior del labio. Esta puede ser de diferentes grados, afectando generalmente al paladar y a los lóbulos dentarios. En una forma más grave, podría darse en ambos labios. Requerirán una máxima atención las fisuras localizadas en la parte central y media del labio. La pronunciación de vocales (especialmente la “o” y la “u”) y de fonemas labiales queda afectada.
La macrostomía
Es una malformación que puede llegar a afectar a la mandíbula. Existen casos de diferente gravedad, donde podrían implicarse ojos y oídos.
El frenillo labial superior hipertrófico
Afecta a los incisivos centrales, ya que provoca un espacio en esta zona. El labio superior sufre por una irregular movilidad, afectando a los sonidos labiodentales y a la vocal “u”.
Fisura del labio inferior
La afectación del labio leporino suele acompañarla. En muy pocos casos aparece como un problema aislado del segundo.
Heridas labiales
Algunas de estas heridas pueden ser causa de dislalia, aunque deben investigarse si estas no son producto de dificultades articulatorias.
La parálisis facial
Aparece como parte de las dislalias labiales. Estas pueden haberse producido por el uso de fórceps o enfermedades localizadas en el oído medio, difteria, etc. La parálisis será parcial o se localizará en ambos lados de la cara. Las letras que pueden verse afectadas son la “p”, “m”, “b” y “o”.
Disglosias mandibulares
Cuando haces referencia a las disglosias mandibulares, es porque uno o más maxilares aparecen afectados. Estas se dan por las siguientes razones:
- Tumores y la consecuente extirpación de los maxilares afectados.
- Atresia mandibular, ya sea congénita o adquirida, que conlleva a una posición incorrecta de las piezas dentales, además de la oclusión maxilar. En ocasiones puedes encontrar casos más graves, en donde queda afectada la respiración del sujeto.
- Progenie o un crecimiento mandibular de la parte inferior proporcionalmente grande. Provoca que los maxilares no consigan cerrar adecuadamente.
- Disostosis maxilofacial.
Disglosias palatales
Este tipo produce que se reproduzcan incorrectamente los sonidos que se articulan aquí, debido a las malformaciones que presenta el paladar. De este modo, puedes encontrar:
- Una fisura en el paladar, pudiendo afectar la zona del velo del paladar. Suele ir relacionado con el labio leporino y asociarse a un origen genético y, en algunos casos, a factores externos.
- Una fisura en la submucosa del paladar, resultando este más corto por un motivo genético.
- Paladar ojival, aunque este no siempre afecta a la dicción. Por eso, será preciso determinar si el problema consiste en una dislalia funcional.
Disglosias linguales
Cuando la lengua muestra uno de los problemas que te mostramos a continuación, es normal la mala articulación de los sonidos:
- Anquiloglosia o el frenillo corto.
- Falta de la lengua por extirpación de la misma.
- Un tamaño excesivamente grande de la lengua, dificultando su función en el habla.
- Parálisis en el nervio hipogloso.
- Malformaciones congénitas.
Disglosias dentales
Una incorrecta posición de las piezas dentales suele perjudicar la dicción. Esto puede ser causado por diferentes problemas, como haber llevado prótesis u ortodoncias. También son un efecto de las herencias familiares o desequilibrios en la alimentación. Los desajustes hormonales, así como otros causantes, provocan este tipo de disglosia.
El tratamiento logopédico que puedes encontrar para la disglosia
Los tratamientos están relacionados con el tipo de problema que presente cada afectado. Desde el punto de vista logopédico, se llevan a cabo determinados ejercicios para facilitar la mejora de la pronunciación fonética durante el habla.
Así, se busca regular la psicomotricidad del paciente, efectuándose métodos de respiración efectivos. Se trabaja también en la orientación y percepción en el espacio y tiempo.
Además, se tiene en cuenta la articulación del paciente durante el lenguaje espontáneo, a través de ejercicios para ese fin. Habrá que centrarse en la percepción fonética del afectado, así como en su expresión, practicando la expresión, postura y tonalidad.
Coordinar el movimiento de labios, lengua y dientes será necesario para lograr un mejor resultado.
Los problemas en el habla puedes apreciarlos en muchas personas, debidos a diferentes causas. Establecer el tipo de afectación ayudará a otorgar un adecuado tratamiento.