La atención temprana de posibles desajustes en el desarrollo cognitivo de los más pequeños puede ser clave para prevenir dificultades en el futuro. El retraso madurativo es un problema muy habitual que a veces esconde causas más graves como autismo y Asperger. Especialízate y adquiere más conocimientos en atención temprana con nuestros cursos y másters en atención temprana y trastornos.
Índice de contenidos
¿Qué es el retraso madurativo?
Existen una serie de estudios y patrones que dictaminan el proceso madurativo y cognitivo de los más pequeños. Uno de ellos es el Test de Denver, que se utiliza para evaluar el desarrollo psicotécnico del niño, normalmente sus primeros seis años de vida. ¿Qué pasa cuándo no se cumplen estos patrones? El retraso madurativo es común, ya que no todos los niños se desarrollan al mismo tiempo, ni cumplen las características que les toca por la edad.
Aunque digamos que es habitual y no siempre existe una causa grave para este tipo de circunstancia, deberemos descartarlas, como el autismo y el Síndrome de Asperger.
Retraso Madurativo Simple
Se trata de una evolución más lenta de lo que acostumbran a realizar los más pequeños, acorde a sus edades. Este retraso puede aparecer cerca de los 3 años y con su pronta identificación seremos capaces de estimular para que pueda ser reversible y no tenga efectos negativos en el futuro.
Trastornos del espectro autista
Este tipo de trastornos e caracterizan por producir alteraciones del funcionamiento cerebral. Estas provocan problemas comunicativos, limitaciones referentes a la sociabilidad y conductas repetitivas e inflexibles. Existe un amplio espectro donde encontramos casos leves o casos más graves, provocando problemas muy variados.
Síntomas del retraso madurativo
Debemos estar alerta sobre cualquier signo de alarma para prevenir el retraso madurativo. Como ya hemos mencionado, implica que el infante no realiza las actividades previstas para su edad. Esto no siempre es negativo, por lo que deberemos confiar en un profesional para el diagnóstico correcto.
Existen unas ciertas alarmas que nos pueden dar pistas sobre el estado de maduración. Deberemos fijarnos en la forma de actuar del niño sobretodo los primeros 3 años de vida.
Una de ellas es la motricidad: el niño no gatea, a diferencia de otros infantes de su edad. Además, también puede tener problemas comunicativos si no balbucean ni hablan pasados los 12 meses.
Los niños cuando son pequeños enseñan sus juguetes y sus propiedades a los demás, si no lo hace también puede ser una señal de alarma. Podemos verlo también si no muestra interés por jugar. Igual que también les puede costar imitar las acciones de los adultos, algo normal en los niños.
Factores del retraso madurativo
Encontramos unas ciertas causas comunes en los niños que muestran un retraso madurativo.
Nacimiento prematuro
Si el bebé ha padecido problemas durante la gestación o ha nacido con bajo peso, puede ser una de las causas del retraso madurativo. Debemos estar alerta a posibles síntomas y acudir a un especialista si los identificamos. Con estimulación precoz estos problemas no se agravan con el paso del tiempo.
Problemas sensoriales
Existen patologías como la otitis, que incapacitan al niño a recibir estímulos del exterior. Si el niño no nos contesta al decir su nombre o no nos mira cuando le hablamos, deberemos comprobar que no sea un problema fisiológico antes de diagnosticar prematuramente un retraso madurativo.
Familia y crianza
Si producimos hábitos irresponsables o inadecuados a los más pequeños es posible que puedan padecer de retraso madurativo. Está en manos de los padres, tutores y docentes estar alerta y marcar unas pautas de crianza sanas para que el niño se desarrolle con total normalidad.