La gran mayoría de las personas una vez en su vida pueden haber experimentado el síndrome del impostor. En un mundo tan competitivo, es normal que nos sintamos que no somos suficientes. Además, está demostrado que este síndrome afecta precisamente a personas con más potencial. Si no sabes valorar tus capacidades o sientes que los que están a tu alrededor son mejores que tú es posible que sufras en alguna medida el síndrome del impostor. Fórmate con nuestro Máster en Asertividad, Autoestima y Resolución de Conflictos.
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¿Qué es el síndrome del impostor?
Pauline Rose Clance, una psicóloga americana, publicó en 1993 una investigación con el título El Fenómeno del Impostor. Este síndrome explica cuando la gente experimenta miedo a expresar sus conocimientos y aptitudes. Temen ser descubiertos como personas incapaces o inexpertas.
En una sociedad donde tener éxito se convierte en una carrera, tenemos miedo a ser juzgados por los demás negativamente. Sentir que, aunque hayamos estudiado y tengamos los suficientes conocimientos sobre el tema, no estamos a la altura.
Causas posibles del síndrome del impostor
Existen diferentes causas que explican porqué algunas personas desarrollan este síndrome en algún periodo de sus vidas. Cada persona es un mundo y todas percibimos los conceptos como éxito o competencia de diferente forma.
La familia
La familia como institución socializadora y marcadora de roles tiene mucho que ver en el desarrollo personal. A veces los padres o la familia durante la infancia pueden presionarnos sobre, por ejemplo, sacar buenas notas o ser exitosos en la escuela. Esta presión nos conduce a pensar que nunca es suficiente y que debemos esforzarnos al máximo por destacar. Querer cumplir las expectativas que nuestras familias han depositado en nosotros puede afectarnos en la edad adulta.
Desigualdad de género
Aunque el síndrome del impostor afecte tanto a hombres como a mujeres por igual, debemos tener en cuenta la gran desigualdad que sigue habiendo en la sociedad. A las mujeres se les manda infinitos mensajes como el de ser una buena madre y poder compaginarlo con una carrera de éxito. Las presiones sociales hacia el género femenino siempre han estado allí. Ha sido siempre un género muy castigado y presionado, las mujeres deben dar su 200% para tener las mismas oportunidades que los hombres.
Consejos para ayudar a combatir el síndrome del impostor
Existen algunas estrategias para mitigar los efectos adversos y frustrantes del síndrome.
Reconoce tus emociones
El primer paso es reconocer qué sientes en cada momento. Identifica porqué te sientes así y razónalo. Te ayudará a cambiar tu perspectiva de la realidad. Si reconoces el sentimiento de miedo o fracaso, recuerda que mereces éxito y reconocimiento. Es imposible saberlo todo y los demás también siguen aprendiendo. No eres ni mejor ni peor que nadie.
Habla de ello
Muchas personas en un momento de su vida han podido experimentar este síndrome y pueden entenderte. Si te sientes así, habla de ello con gente de confianza y deja que te ayuden. Al hablar de lo que te está ocurriendo puede ser muy liberador.
Aprende a valorarte
Recuerda que nadie es perfecto. Todos vamos aprendiendo durante toda nuestra vida. Un error también significa una enseñanza. Aprende a perdonarte y a seguir adelante. Reconoce tus logros y recompénsate por ellos.