Cuando hablamos de inteligencia, nos viene la mente el tipo de intelecto lógico-matemático capaz de resolver cualquier problema numérico. Hoy en día no nos podemos quedar solo con ella, si no que se han descubierto otro tipo de inteligencias iguales o más importantes que la anterior comentada. Por ejemplo, la inteligencia emocional, que nos permite gestionar y manejar las emociones.
Si quieres ser un experto en el sector, echa un vistazo al Máster en inteligencia emocional y control del estrés laboral + máster en gestión de recursos humanos. ¡Fórmate con nosotros!
Índice de contenidos
¿En qué consiste la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es la capacidad de comprender y manejar nuestras emociones. Este control nos permite mejorar nuestra calidad de vida y tener relaciones más sanas con los demás. Un ejemplo bastante ilustrativo son aquellas personas con un cociente intelectual alto y que en su ámbito personal no brillan tanto como en el académico. También ocurre a la inversa, y encontramos a personas cuyas capacidades intelectuales son escasas pero en su vida personal y en sus relaciones personales, son exitosas.
Elementos de la inteligencia emocional
Según el famoso psicólogo Daniel Goleman hay diferentes elementos que componen la inteligencia emocional. A continuación os los enumeraremos:
Autoconocimiento emocional:
Es importante conocer nuestras emociones y sentimientos y la influencia que tienen en nosotros mismos. El reconocimiento de nuestros puntos débiles y capacidades es crucial para la toma de decisiones. Puede darse el caso que no nos encontremos mentalmente del todo bien debido a situaciones de estrés. Un buen autoconocimiento puede ayudarnos a saber que si pasa un poco de tiempo, es el mejor momento para valorar las situaciones.
Autocontrol emocional:
Permite dominar nuestras sentimientos para no dejarnos llevar por ellos. Se basa en conocer las dinámicas emocionales que nos ocurren y darles la importancia que merecen. En algunos casos pueden ser pasajeras y otras más duraderas.
Automotivación
Tener unos objetivos y trabajar las emociones para conseguirlos es otro de los elementos de la inteligencia emocional. Para alcanzarlos, es necesario tener cierto grado de optimismo. Esto nos permite centrarnos en las metas y dejar atrás pensamientos de ansiedad.
Empatía
Para establecer vínculos más estrechos y duraderos con los demás, es necesario saber interpretar las señales que los demás expresan. Esto hace que nos podamos comprender e identificar con nuestros semejantes. En este caso, las personas empáticas son las que tienen más habilidades sociales.
Habilidades sociales
Para nuestra felicidad personal es necesario tener una buena relación con los demás. No solo con nuestros amigos o personas que nos caigan bien, si no también con aquellas con las que no tenemos buen feeling.
Las empresas y la inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es clave en el éxito de cualquier empresa, y por eso muchos negocios insisten en formar a sus empleados en esta materia. Esto sucede porque se han dado cuenta que el éxito radica en saber controlar las emociones tanto nuestras, como de los clientes y compañeros.