La interacción y comunicación entre unos y otros es una condición social del ser humano. En algunas ocasiones esta interacción puede transformarse en un conflicto. Más aún en grupos que conviven diariamente, por eso es normal que surja un conflicto familiar. Para ello es imprescindible tener consciencia de mecanismos, como la mediación, para resolverlos. Con nuestro máster en mediación familiar y resolución de conflictos, conocerás estos mecanismos en profundidad.
Índice de contenidos
Elementos del conflicto familiar
Para analizar el conflicto familiar en profundidad tenemos que tener claros cuáles son los actores que interfieren o componen el conflicto. Se relacionan con tres aspectos.
Las personas
Identificar quien, de manera directa o indirecta, intervienen en el conflicto es fundamental. Si pensamos en ello, nos surgen diferentes aspectos a destacar sobre estas personas.
La influencia
Tener en cuenta la capacidad de influencia que pueda tener una persona sobre otra, es decir, la influencia que tienen las partes entre si, es imprescindible, ya que en toda relación existe un grado de poder. El mediador deberá ser neutral, y actuará al considerar que exista un abuso de este poder para garantizar la igualdad entre las mismas.
Percepción
Cada parte que intervenga en el conflicto tendrá su propia percepción del problema. Así como también sus propias emociones y la intensidad con la que sienta el conflicto. Lo que debe hacer el mediador con ello ante emociones negativas, como la ira o la ansiedad es controlarlas, para así analizar la repercusión psicológica en la propia persona y en las demás partes.
La percepción que tengamos sobre la otra parte implicada influye sobre la resolución del conflicto. A veces la imagen que tenemos de la otra persona no corresponde a la realidad, sino que es el resultado de nuestras experiencias anteriores, nuestros valores o tensiones personales. Esto puede aumentar el tamaño del conflicto.
Los intereses y las necesidades
El mediador también tiene que descubrir qué reclama cada parte y sus intereses. Las necesidades son aspectos que consideramos fundamentales, por eso si no las cubrimos, podemos sentir ira y actuar con violencia, depende del caso. El mediador debe acompañar a las partes en el proceso de negociación e intentar llegar a un acuerdo o a un acercamiento, intentando así cubrir sus necesidades.
La dinámica del conflicto familiar
Los hechos que han dado lugar al conflicto familiar. A veces existe un conflicto escondido, latente, que no es percibido por ninguna de las partes, sino que está escondido en el subconsciente y en un momento puede explotar. El mediador debe descubrir estos conflictos latentes para poder controlarlos.
La relación y la comunicación
La relación entre las partes es esencial, ya que puede ayudar o empeorar la resolución del problema. Conocer el grado emocional que cada parte tiene hacia la otra persona es la labor del mediado como tener en cuenta la confianza, el respeto y la amistad. Manejar la comunicación con habilidad es fundamental.
Fuentes del conflicto familiar
Los conflictos pueden originarse por múltiples causas y cómo cada familia es un mundo, estos conflictos pueden ser únicos y diferentes. Aún así, existen unos patrones que comparten muchos de estos conflictos familiares.
La escasez
Que exista una escasez en la familia, entendiéndose escasez de recursos, de tiempo, de espacio, etc. Puede originar múltiples conflictos si la comunicación o las relaciones entre las partes se tensan.
La comunicación
La falta de comunicación y de información entre las personas puede influir en las relaciones de las mismas. Los malentendidos, las equivocaciones o la falta de información importante puede derivar al deterioro de la relación.
La ideología
Otro aspecto que puede influir en mucha medida en las relaciones familiares es la ideología. Cada persona tiene un conjunto de ideas fundamentales que caracteriza su pensamiento. La ideología tiende a conservar o a transformar el sistema social, económico, político o cultural existente. Si una de las partes no comparte la misma ideología que la otra puede derivar a un problema.
Los valores
Como la ideología, cada persona tiene unos valores y unas creencias: sexuales, religiosas, sociales, familiares, etc. Esto influye en sus relaciones y comportamientos con las demás personas.
Qué hacer frente un conflicto familiar
Existen diferentes herramientas que el mediador puede utilizar para hacer frente a un conflicto social. La meta será facilitar que las partes puedan llegar a puntos comunes o a acuerdos, que se mejore la relación y la comunicación y que el conflicto se disuelva.
La comunicación
Permitir la intervención de todos los participantes y facilitar una comunicación sana es imprescindible como tarea del mediador. Hablar abiertamente de cómo se sienten cada una de las partes sin herir a los demás, es una herramienta esencial para solucionar problemas familiares.
La escucha activa
Es necesario crear una confianza mutua entre el moderador y las partes implicadas, es por ello que la escucha activa es una de las herramientas más necesarias para el proceso. Prestar atención, con interés, sobre lo que la otra persona té está explicando para así tratar de entenderla y trasmitirle que la estamos escuchando, que lo que está diciendo es importante.
El clima
Crear un clima cómodo y agradable también es fundamental para facilitar una buena comunicación y que las partes accedan a participar activamente exponiendo sus sentimientos, dudas, etc. Reencuadrar el conflicto, es decir, cambiar el significado, encontrarle una causa, un origen, es muy importante. Cada parte entiende el problema de una manera y desde un punto de vista, si encontramos los puntos en común y la esencia del conflicto familiar, nos facilitará la faena.
Las partes del conflicto son las protagonistas y el mediador es aquel que las ayudará y acompañará en el proceso utilizando herramientas y habilidades que disponga. Se tiene que ver el conflicto como una oportunidad de cambio y de mejora de la relación, no como algo negativo que debemos pasar por alto.