Las fobias pueden coartarnos de hacer muchas cosas cotidianas. La fobia es un trastorno de ansiedad causada por un miedo intenso e irracional. Existen muchos tipos de fobias, desde fobia a los sitios cerrados, fobia al agua, a la sangre… Hoy hablaremos sobre la agorafobia, explicaremos sus síntomas y las posibles causas. Amplia tu formación y especialízate en el ámbito de la psicología con el Doble Máster en Psicología Infantil y Adolescente.
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¿Qué es la agorafobia?
Se trata de un trastorno de ansiedad causado por el miedo a los lugares públicos. Todo viene debido al temor a posibles situaciones, por eso se evita el ir a esos lugares. Los que padecen agorafobia sienten pavor al pensar que no tienen medios de escape o ningún tipo de ayuda si se intensifica su ansiedad.
La agorafobia puede salir a la luz después de tener uno o diversos ataques de pánico. Esto les hace preocuparse para que no les vuelva a ocurrir, por eso no van a los lugares donde es más posible que les suceda.
A veces los agorafóbicos necesitaran compañía para que les acompañen a los sitios públicos. Así se sienten más seguros y la ansiedad disminuye. El temor puede ser tan intenso que es probable que no puedan salir de sus propias casas.
Para tratar la agorafobia se necesita combatir estos miedos. Se trata de terapias lentas y desafiantes, pero con ayuda todo puede solucionarse. Con psicoterapia y medicamentos también se puede superar la agorafobia.
Síntomas de la agorafobia
Existen unos síntomas que comparten aquellas personas que sienten agorafobia. Casi todos se reducen al miedo de salir de casa; a las multitudes; a los lugares públicos, como esperar en una fila, coger el autobús o el tren y a algunos espacios cerrados como tiendecillas o ascensores.
Como hemos mencionado anteriormente, estas situaciones causan pavor porque el miedo llega a raíz de pensar que no podrás escapar o encontrar ayuda. En pensar que pueden llegar a ocurrirles ataques de ansiedad, surge el miedo a sentirse avergonzado.
Las fobias se caracterizan por un miedo irracional, es por ello que la ansiedad es desproporcionada respecto al peligro real de la situación. Este miedo también afecta a las situaciones sociales, como el trabajo o las reuniones.
Causas de la agorafobia
Hay muchas variables a tener en cuenta cuando buscamos hallar la causa de la agorafobia. Debemos contemplar el temperamento de la persona, sus experiencias pasadas o el estrés ambiental. Incluso puede haber causas biológicas, como algunas enfermedades o la genética del paciente.
Además, también debemos tener en cuenta algunos factores de riesgo que incrementan las posibilidades de padecer agorafobia. Atravesar algunas experiencias traumáticas, tener otras fobias o tener un temperamento nervioso.
¿Cómo prevenirla?
Aunque no exista una fórmula segura para evitar padecer agorafobia, siempre podemos intentar controlar nuestra ansiedad antes de que se agrave. Si empezamos a tener miedo de ir a según que lugares, debemos esforzarnos e intentar solventar el problema. Empezando poco a poco e ir a esos sitios una y otra vez.
Si sientes ansiedad o tienes ataques de pánico, no dudes en pedir ayuda profesional y acude a un especialista. Tratar justo a tiempo estos tipos de trastornos de ansiedad hará que el problema no se agrave.