La forma de educar y de enseñar a los más pequeños influye en el desarrollo y el crecimiento infantil. Debemos ser conscientes de ello y adquirir herramientas responsables para que la educación sea lo más positiva y óptima posible. Te explicamos una de estas herramientas, la disciplina positiva o en otras palabras, educar con cariño y firmeza a la vez. Quédate en el siguiente post y adquiere los conocimientos necesarios con nuestros cursos y másters online en psicología y pedagogía.
Índice de contenidos
¿Qué es la disciplina positiva?
Esta corriente educativa fomenta el respeto entre las personas, dejando a un lado el castigo como método de enseñanza. La disciplina positiva es una herramienta al alcance de padres, profesores o profesionales de la educación. Esta instruye a que debemos ser respetuosos y amables sin dejar de ser firmes para que el niño aprenda a ser disciplinado, sin perder su dignidad.
Los más pequeños, aunque a veces lo olvidemos, no dejan de ser otras personas que ven el mundo diferente a cómo lo ven los adultos. No entienden algunas normas o comportamientos sociales, por ello debemos educarlos y enseñarlos. Es por ello que en las ocasiones que debemos disciplinar, debemos dejar a un lado el método del castigo tradicional adoptando medidas positivas.
Fundamentos de la disciplina positiva
Como ya hemos desvelado en el punto anterior, la disciplina positiva sirve para apartar el castigo del modelo educativo y dejar espacio a herramientas positivas. A partir del autoconocimiento, la responsabilidad y el desarrollo de habilidades para resolver problemas, el niño será capaz de corregir sus conductas inapropiadas.
Conexión
Uno de los puntos clave de la disciplina positiva es establecer la conexión como principal foco de atención. Esta herramienta propicia que establecer una atmósfera de conexión ayuda a que los niños puedan cambiar su comportamiento. El castigo, por el contrario, hace disminuir esta atmósfera positiva y de seguridad, haciendo contraproducente el modelo educativo. Los niños deben sentirse valorados e importantes.
Libertad
Debemos enseñar a los niños a que sean capaces de resolver sus problemas y a que desarrollen habilidades para conseguirlo. Tanto el orden como la libertad son dos piezas clave para convertirnos en adultos responsables. Abandera que lo que consideramos malas conductas pueden ser derivadas de otros tipos de problema. Entenderlos será fundamental para enseñar al niño a adoptar otro punto de vista para encontrar soluciones útiles. Debemos actuar sobre las razones que han llevado a que el niño actúe de esta manera, no solo castigando el hecho en sí. De esta manera, encontramos que a largo plazo esta actuación será más positiva que castigarlo en ese momento, siendo solo efectivo a corto plazo.
Respeto
El respeto se trata de un pilar básico de la disciplina positiva. Todas y cada una de las personas que habitamos en este mundo somos imperfectas. Lo más importante es saber detectar estos errores e intentar corregirlos o evitarlos. Los niños, de igual modo, tienen derecho a equivocarse y a ser humanamente imperfectos. Debemos entender que el error es algo clave en el aprendizaje. Es a partir del respeto y la dignidad cuando se consigue desarrollar las fortalezas individuales de cada niño.