Estamos acostumbrados a los pequeños desafíos y rabietas en los niños y adolescentes. Aunque continuamente encontramos estos comportamientos, a veces son la respuesta a un trastorno negativista desafiante (TND). Debemos estar alerta e identificarlo para que pueda ser controlado y tratado. Para ello se deberá hacer una evaluación concisa para poder tratarlo eficazmente. Si quieres ampliar conocimientos sobre este ámbito y convertirte en un especialista en TDAH echa un vistazo a nuestro Máster en Psicología Especialista en Trastorno por Déficit de Atención + Máster en Psicología Infantil y Adolescente.
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¿Qué es el Trastorno Negativista Desafiante?
El trastorno negativista desafiante suele diagnosticarse en la niñez. Pueden llamarnos la atención comportamientos desafiantes e irritables hacia figuras de autoridad como padres o profesores. Las causas de este tipo de comportamiento se desconocen, pero podemos aventurarnos en algunas teorías del desarrollo en los niños. Podríamos decir que los niños que sufren TDN , en su primera etapa de desarrollo no fueron capaces de desarrollar habilidades de forma autónoma al haber tenido dificultades para separarse de su principal figura de apego. Estas actitudes negativas son el resultado de cuestiones que no fueron bien resueltas en los primeros dos años de vida.
Existe otra teoría que sugiere que este comportamiento desafiante del trastorno negativista desafiante es por culpa de una mala educación. Los refuerzos negativos que tanto padres como profesores han ido aplicando en el niño son un reflejo de los comportamientos opositores del niño. Desean recibir una constante atención por parte de personas en posición de autoridad por las técnicas de refuerzo negativo empleadas en su vida.
¿Cómo detectar el TND?
Los síntomas que padecen este tipo de trastorno son, a veces, difíciles de detectar. Esto es así porque estamos acostumbrados a que los niños y adolescentes tengan rabietas y enfados. estos no saben cómo comunicare ni expresar las necesidades que tienen si no es de esta forma. Por ejemplo, los niños pequeños cuando tienen hambre o sueño suelen llorar o enfadarse. Debemos identificar el TND cuando estos comportamientos se reiteran demasiado o influyen negativamente en el aprendizaje del niño como en sus relaciones sociales. Será entonces cuando debamos acudir a un profesional.
Los síntomas más comunes o lo que nos puede dar la voz de alarma del trastorno negativista desafiante suelen ser las excesivas discusiones y el comportamiento poco cooperativo. Suelen desobedecer las solicitudes de los adultos o se cuestiona incansablemente las normas. Su actitud la toma siendo consciente que su objetivo es molestar y enfadar a los demás o como forma de venganza.
Como tratar el Trastorno Negativista Desafiante
Si hemos detectado estos comportamientos reiterados debeos consultarlo con un profesional en pedagogía o en pediatría. Este hará una evaluación para poder establecer un tratamiento específico para cada niño. Encontramos diferentes tipos de tratamiento para controlar y erradicar el Trastorno Negativista Desafiante. Normalmente se aconseja asistir a terapia, esta puede ser familiar o en grupo. Gracias a estas terapias ayudamos a los niños con TND a abrirse a los demás e identificar qué es lo que está causando este comportamiento. Podemos optar también por la psicoterapia individual con un enfoque cognitivo-conductual para dar al paciente herramientas para controlar sus emociones y sus reacciones.