Aunque no lo parezca, no solo con la palabra comunicamos. A partir del cuerpo y nuestros gestos, es decir, con la comunicación no verbal, expresamos muchísimas más cosas. Según Mehvabm, un lingüista hindú, cuando transmitimos información, esta está dividida de la siguiente manera: un 38% de la información la damos a partir del paralenguaje, un 55% la kinesia y solo un 7% la damos con la palabra. Fórmate con nuestro Máster en Técnicas para Hablar en Público.
Índice de contenidos
La kinesia en la comunicación no verbal
Es la comunicación corporal, la mirada, los gestos… Dentro de la kinesia lo más importante es la cara y dentro de ella, la mirada.
La mirada
Las funciones de la mirada son las de dar información de cómo estamos físicamente y psicológicamente; de cómo valoramos o evaluamos la interacción que estamos llevando a cabo. Si nos sentimos bien, si estamos cómodos, si nos aburrimos… Como factor fundamental la mirada puede retroalimentar la conversación, le decimos a la otra persona si la estamos siguiendo o no. Incluso puede ser un instrumento de violencia simbólica y psicológica ya que puedes negar la mirada, comunicando, por ejemplo: “para mí no existes”.
Los microgestos
Dentro de la cara, otro factor importante son los microgestos. Tenemos musculatura facial con una capacidad de expresión y movilidad muy sutiles. Estos músculos faciales están ligados directamente al sistema nervioso autónomo. Este depende directamente de la parte más arcaica del cerebro, el sistema límbico. Regula las emociones, que son muy difíciles de controlar. Estos microgestos nos brindan mucha información emocional y son muy importantes dentro de la comunicación.
La sonrisa
La sonrisa, según Konrad Lorenz, no fue creada para hacer risa. Por ejemplo, los primates enseñaban su dentadura para dar miedo. Así, con la humanización, se cambia el significado de enseñar todos lo dientes.
El tacto en la comunicación no verbal
El contacto con las manos también es muy importante. Este tacto tiene una enorme incidencia cuando transmitimos información como el afecto, la ansiedad, el deseo sexual, la seguridad o la confianza. Al tocar a una persona que sufre ansiedad, tiene un enorme peso para reducirla.
La gestualidad y la postura
La gestualidad tiene mucha importancia en la comunicación cotidiana, pero también en la oratoria y la retórica. A partir de las manos podemos incluir una segunda codificación de eso que estamos diciendo verbalmente.
Otro elemento es la postura. A través de la compostura comunicamos un sinfín de cosas. Podemos ver si está relajado o tenso solo con ver la posición de los hombros.
El paralenguaje en la comunicación no verbal
Son todos aquellos elementos que intervienen en la producción del sentido de la palabra pero que no son palabras. La entonación, el tono, el timbre, el ritmo… Estos dan sentido al discurso y se tratan de aspectos fundamentales en la comunicación no verbal.
Dos memorias
Los humanos tenemos dos memorias con las otras personas. Tenemos una gran memoria acústica, es por ello que recordamos la voz de los demás, especialmente su timbre. Hay tantos timbres como personas, no hay ninguna voz igual.
Tenemos otra memoria y es para las caras. Recordamos las caras en relación a las emociones, sobretodo las positivas. Tenemos más o menos ganas de ver otra vez a una persona en función del recuerdo emocional que nos ha dejado, asociado a su cara.